Liras de Nezahuacóyotl

Hombre justo, soldado valiente, poeta, filósofo, y sobre todo, no sólo un mero rey, pero casi un Rey Sacerdote de su pueblo aguerrido legendario, los Acolhuacanos.

Aquí tenemos un fragmento de un tema religioso, para él muy preocupante:

"¿Quién es este Señor, Tloque Nahuaque, Dios Dadador de la Vida?" y, luego, "¿Y de qué manera podemos tratar con El, este Dios Desconocido?"

"... Y te prometo reconocerte
por mi Señor y Creador,
y de agradecimiento del bien recibido
de hacerte un templo
donde sean reverenciado,
y se te haga ofrenda toda la vida,
hasta que tú, Señor,
te dignes mostrarte a éste tu esclavo
y a los demás de mi reino;
y de hoy en adelante ordenaré
que no se sacrifique en todo el reino
gente humana, porque tengo para mí,
que te ofendes por ello."

Habían dudas que le castigaban. Sin embargo, tales hombres de viejo testamento como Job y el Rey David sufrían iqual a él. Para este rey justo, su sendero hacia La Luz era una verdadera noche triste, larga y obscura. Pero igual a sus antepasados del espíritu, los tres Reyes Magos, Nezahuacoyotl también estaba dispuesto para aguantar las penas de su peregrinaje hasta el fin.

"...Que el dolor que llevo es
no tener luz ni conocimiento,
ni ser merecedor
de conocer tan gran Dios;
el cual tengo por cierto que,
ya que los presentes no lo conozcan,
en que sea conocido
y adorado en esta tierra."