Thursday, August 31, 2006

¡Ora, UTEP! ¡Ora MEChA! ¡Hey, Familia!

Gral Fco. L. Urquizo:

Obras escogidas

"El Doctor Mata"
[Adaptada de la obra orignal]

Páginas: 1013 a 1021

"Todos tenemos una fiera sanguinaria y cruel escondida en nuestro pecho, que duerme tranquila sin manifestarnos su existencia, y que vive de nuestras pasiones: del odio, de la ira, de la envidia, de la conscupiscencia, de cuanto malo anda en nuestro ser.

[Pero, con el Doctor Mata, con el transcurso de tiempo, pasó algo con él mismo: se lo mató en sangre fría a un entonces vecino allá por Torreon, Coahuila.]

"La fiera, despierta ya, nunca más volvió a dormir.

"El doctor Mata dióse de lleno a los vicios, y de humilde que era se volvió déspota y altanero. Su madre hubo de morir, y ya solo hizo en su vida un desenfreno: las mujeres, el alcohol, el juego se enseñorearon de él; su corpachón, antes encorvado por el trabajo y las fatigas, se erguió fuerte y retador, y sus barbas apostólicas se tornaron en cabrunas asquerosas, y de apacible que era, se convirtió en satírico y lujurioso, en insolente y soez.

"Aquel hombre puro, ya manchado por el primer crimen, jamás volvió a levantarse del fango.

"Hubo un combate fatal, encarnizado y largo. Los trenes se retiraban pausadamente del campo de batalla, saliendo poco a poco del bloqueo de la gran estación ferrocarrilera de Aguascalientes. [Gral Fco.] Villa recorría personalmente la larga línea de carros, apremiando a los ferrocarrileros para que los movieran, dando preferencia a los de heridos.

"Del convoy que mandaba el doctor Mata, como de costumbre salían lamentos y maldiciones; Villa, malhumorado como andaba, se detuvo, y con su fuerte voz inquirió, asomádose por la puerta del furgón donde eran más intensos.

-- ¡Quibo, qué pasa con tanto grito!, ¿qué no son hombres, qué no más ustedes están heridos?

--Mi general, nos maltrata mucho el doctor -- gimió uno.

--No queremos al doctor Mata -- gritaron todos.

"Y aprovechando aquella oportunidad se apiñaron en la puerta los que podían hacerlo, y hablando a un tiempo demandaron que les quitara a su médico.

"Villa allí mismo hizo comparacer al doctor Mata y le interrogó:

--¿Es cierto que usted trata mal a los heridos? Conteste."

--Mentiras, mi general."

--Sí es cierto, jefe, sí es cierto -- gritaron a coro los enfermos."

--Falso, señor ... -- respondió el doctor palideciendo, pues conocía bien a su superior."

--Bueno, bueno -- repuso Villa cortándole la palabra --, pa'qué batallamos -- y empuñando su pistola, con aquella puntería que sólo él tuvo, despachó al otro mundo al doctor, al hombre bueno de otro tiempo, y con él a la fiera terrible que animaba."

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

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6:39 AM  

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