Wednesday, May 24, 2006

Porque para las aguilas no se hicieron las jaulas

Como se ve, no es cierto que madre sólo hay una.
Guadalupe Loaeza, "Las Niñas Bien."

PARTE DOS

"La generala se refiere luego a como hacía sus expediciones, llevando elementos de guerra. Aseguró que casi cada qince o veinte días, salía para distintos rumbos del Estado, unas veces a bordo de autos, otras en ferrocarril, y llevaba las bolsas de parque y demás elementos de guerra; pero que nunca fue descubierta ni por la policía, ni por las fuerzas federales que perseguían a los rebeldes.

"Habla de sus penalidades por las zonas que recorrió, pero sin que la arredraran.

Ya esperaba yo mi captura -- agrega, -- desde hace algunos días, porque con la muerte de un jefe rebelde cayó en manos de las tropas federales un documento con mi nombre Tesia, y como hubiera temores entre los jefes rebeldes de que pudiera ser capturada, se me obligaba a cambiar de nombre; pero mi amor propio no me permitió hacer ese cambio y continue con el nombre que se me conocía en la revolución.

Por fin, hace tres días, me dedicaba a hacer un bulto con ropa que le iba a enviar al jefe rebelde Bouquet, para el sur del Estado y estaba sentada en la máquina, cuando se presentaron algunas personas que al llamar a la puerta de mi casa, dijeron que iban a revisar la instalación eléctrica, pero yo supuse desde luego que se trataba de la policía.

Pedí a los allí presentes que me enseñaron la orden que llevaban para introducirse a la casa y ellos me mostraron sus credenciales, por lo que confirme que iban a captuarme.

Traté de ocutar (sic.) unas libretas en que llevaba la contabilidad [d]el parque comprado y remitido a los rebeldes, pero una hijita mía, sin saber que yo ya las tenía bien ocultas y que difícilmente las podrían encontrar los policías, las sacó para llevarselas y ocultarlas en otro lugar, siendo descubierta esta maniobra por los agentes.

Fui capturada y conducida a la Inspección de Policía donde fui tratada con toda clase de consideraciones y ahora se me consignó al señor general Aguirre Colorado, de quien he recibido impresión por su caballeroso y muy buena persona.

Lo único que me apena -- dijo -- son tres de mis hijitos que han quedado en su casa bajo el amparo de los criados, únicamente.

Comprendiendo que sería más doloroso que se los llevaran a la prisión para que los viera, y tuvieron que separársele después, no ha querido verlos.

El señor General Aguirre Colorado me decía, -- terminó expresando la generala -- que mandára también a mis hijos, pero yo no le he querido.

En cuanto a mi esposo se encuentra fuera trabajando por la empresa que representa y no sabe nada de mí.

"Hoy se hará la consignación de la señora de Uribe a las autoridades judiciales."

[ORIGENAL CITATION: "END OF TRANSCRIPTION OF NOTES TAKEN IN CIUDAD JUAREZ'S MUNICIPAL ARCHIVES, AT 10:15 A.M., OCTOBER 6, 2000, AND TRANSCRIBED ON WORD NOVEMBER 27, 2000."]





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